Kan maktub...
que te encontrase en el éter caminando
relámpago con fuerza y el destino desmarcado
plegaras las nubes de mi cielo encapotado
y acariciara tu mano mi cuerpo tembloroso y cansado.
Kan maktub...
que nuestras historias se crucen sin quererlo
en parajes destronados de sangre llenos y espanto
desmarques el tiempo que la vida me había trazado
y rescates del destino lo que sin permiso me había robado.
Kan maktub...
que la ternura se hiciese en ti hombre
galopante sobre arenas que queman piel y manto,
restaures cansancios en el semblante reflejado
alas que amparan dolores de esas mis penas y llanto.
Kan maktub...
y los días de amores se engalanaron
olvido en la mente, paz en el alma y canto
danzas de oriente de Luna prometido regalo
y alegría sonora de ave que emprende de nuevas el vuelo.
Kan maktub...
que de lejos aparecieran mirando
ojos extraños y nuestra dicha desearon
sin contemplaciones sus zarpas al corazón lanzaron
desgarro de entrañas que en tiras al sol colgaron.
Kan maktub...
que la cordura perdiera sin recato
negué el rostro desconocido que en el espejo veía reflejado
y sin pensar, el miedo hizo frente al desacato
lanzándome presta a defender el reino soñado.
Kan maktub...
que de silencios esté hoy llorando
tiemble mi voz, se estremezca el corazón y tema por mí el viento
herí la mano que de colores pintó mi cielo azulado
¿Sabrá el camino, para que de regreso me haya perdonado?
Kan maktub...
que solo a ti
pueda amar
como te amo.
LINA .... My Poetisa Espanola
Prigionieri del fato
Un carattere ancor oggi affibbiato ai Musulmani da parte di molti occidentali è quello del fatalismo; si tratta di un pregiudizio duro a morire, le cui radici potrebbero essere rintracciate in quella percezione "superomistica" che la civiltà moderna ha di sé e che porta ad individuare del "fatalismo" ovunque non si scorga una pari volontà di dominio sul mondo. Non è poi da sottovalutare l'influenza della nozione moderna del fato, percepito come una potenza oscura e cieca.
«La frase kan maktùb o, il semplice participio passato maktùb (scritto) riassume il fatalismo musulmano. Dio --secondo la religione islamica-- s'interessa di tutto quello che succede nel mondo (dènia), ed un angelo, nel più alto dei cieli "scrive" le azioni degli uomini e le decisioni della divinità. "Ogni cosa è scritta presso Dio" = kull scèi maktùb and Allah. Nulla deve sorprendere il credente (el-Mùmen): venga la gioia, venga il dolore, bisogna dire: kan maktùb! Con la pronunzia di questa frase il musulmano ha il dovere di rassegnarsi nelle avversità".
